La toxina botulínica (usualmente conocida como BOTOX) es un compuesto inyectable que reduce o elimina temporalmente las arrugas. Las zonas más comunes donde se aplica son la frente, el entrecejo y las patas de gallo, cerca de los ojos.
Con el correr del tiempo se han encontrado otros usos beneficiosos para el BOTOX, lo que lo convierte en un producto muy versátil.
La toxina botulínica es una sustancia purificada derivada de una bacteria. La inyección de BOTOX bloquea la señal nerviosa en el músculo donde es colocado. Sin esa señal, el músculo es incapaz de contraerse. Esta relajación produce la disminución o desaparición temporal de las arrugas.
La formación de las arrugas en reposo es un proceso multifactorial, pero que se agrava con la contracción repetida a lo largo de los años. Es por esto que el tratamiento con toxina botulínica de forma regular comenzando en la juventud puede retrasar la aparición de arrugas faciales en la adultez.
En la consulta te evaluamos, tomamos fotografías y medidas faciales, conversamos sobre los beneficios que vas a obtener con nosotros y realizamos el tratamiento.
Utilizamos anestesia previa para que las molestias sean mínimas.